Reglas básicas para enseñar a tu hijo a comportarse como te gustaría
- Asegúrate de que sabe exactamente qué debe hacer, cuándo y cómo (de qué manera). Usa pistas y recordatorios para ello.
- Puede ayudar utilizar pistas, ayudas, como notas visibles donde nos aseguremos de que el niño las ve.
- Las consecuencias por obedecer o desobedecer deben ser inmediatas. Tanto las consecuencias positivas como negativas deben ser administradas inmediatamente, de forma equitativa y de manera consistente con el comportamiento.
- A veces cuando el niño no obedece, obtiene una inmediata y considerable cantidad de atención. Y si obedece, puede incluso ser ignorado. Esto es contraproducente.
- Si estás presente mientras realiza la tarea asignada y lo ves realizándola correctamente, dale una palmada o abrazo y emplea palabras que expresen tu aprecio y aprobación.
- Cuando complete la tarea como se esperaba y vaya hacia ti (con la lista), asegúrate de reconocerle su éxito de forma reconfortante para él. Puede ser sentándote con él y conversando de algo que a él le guste, su día de colegio, etc.
- Si el niño no comienza de inmediato a realizar la tarea, incluso sabiendo exactamente lo que tiene que hacer, ¡no le digas ni una palabra! , no lo vigiles ni le obligues a ocuparse de inmediato. Mejor deja la tarea incompleta y deja que las consecuencias hablen por ti. Si es necesario que la tarea esté hecha a cierta hora, complétala tú y no digas nada. Pero cuando el niño quiera ver la televisión o hacer otra actividad muy deseable, estos privilegios no estarán disponibles; no los ha ganado como resultado de no haber completado la tarea. Por supuesto, estas consecuencias han debido ser advertidas y explicadas al niño con antelación. Por ejemplo, “María, cuando hagas tus quehaceres podrás ver la tele. Sin embargo, si no los haces, no tendrás ese privilegio. ¿Qué pasará si haces y si no haces tus quehaceres?”.
- Si no habiendo ganado el privilegio por no haber completado sus obligaciones, accede a ellos (enciende la tele, la música, etc.), simplemente debes, sin mostrar ninguna emoción, apagarle la tele y repetirle: “una vez hayas completado tus quehaceres, podrás ver la tele. Hasta entonces, no podrás porque no habrás ganado ese privilegio.”
- Es muy probable que el niño discuta contigo e intente sacarte de quicio. Probablemente te llame “irrazonable” u otras palabras similares. Incluso puede que ataque la necesidad de hacer esa tarea llamándola estúpida o sin sentido. Puede, incluso, atacar tu juicio y tu actitud hacia él diciendo cosas como que no confías en él, que no crees que él pueda realizar esa tarea encomendada y cosas similares. En este punto NO TE DEJES LLEVAR POR ESE ARGUMENTO Y NO ENTRES EN SU JUEGO INTENTANDO DEFENDERTE, diciendo cosas como “sabes que confío en ti…”.(https://www.cdc.gov/ncbddd/spanish/childdevelopment/positiveparenting/index.html). También intenta evitar discutirle que la tarea sea útil y que no sea estúpida. Eso te colocaría directamente donde el niño quiere: le proporciona una cantidad considerable de atención y mientras tanto no hace ninguna tarea. Es lenguaje basura. En su lugar le puedes decir: “Siento que no hayas completado la tarea como se te pidió. Espero que mañana las hagas, de modo que puedas disfrutar de los privilegios correspondientes.” Déjalo así y si vuelve a objetar, recuérdale que no vas a discutir más ese asunto, luego préstale atención a otras cosas (ignora con un propósito).
- Permanece en calma y en completo control cuando el niño no complete la tarea. Tu humor tiene un inmenso impacto en el comportamiento del niño. Tu calma le transmitirá seguridad y sentido de fuerza y estabilidad. Pronto te convertirás en objeto de admiración para él. Los niños adoran cuando sus padres están serenos y bajo control.
- Busca cualquier oportunidad para transmitirle a tu hijo lo mucho que aprecias todo lo que hace y lo capaz y valioso que es.