PAUTAS PARA REDUCIR RABIETAS

Reducir las rabietas en casa.

El lugar más seguro en el que lidiar con una rabieta es en casa. A este respecto, debemos mirar el comportamiento en dos puntos: 1) Cómo tratar la conducta pre-rabieta (gimoteo, suplicar, lloriquear, llevar la contraria, etc.) y 2) Cómo tratar con una rabieta en toda regla.

1. Conducta pre-rabieta. Las quejas, los lloriqueos, el gimoteo y así, son ejemplos de lo que un niño hará para conseguir salirse con la suya. Estas conductas no deben ser nunca reforzadas. A lo que me refiero es simplemente que cuando un niño comienza a quejarse, a lamentarse, a lloriquear y continua así para salirse con la suya, debes estar seguro de no pagar por ello permitiéndole acceder a aquello por lo que llora y suplica. Este tipo de conductas no debe ser nunca, jamás, reforzadas.

Cuando un niño lloriquea, gime y continua así para salirse con la suya, dile con una voz calmada, controlada, sin emoción y con completa compostura: “no lo vas a tener” o “pídelo amablemente” o “háblame tranquilo y con voz suave”. Si el niño persiste, llámalo por su nombre y dile: “cuando te comportas de esta manera, no estás con nosotros” y, entonces, firmemente pero de forma gentil, lleva al niño a un área de tiempo-fuera (ver procedimiento de tiempo-fuera más abajo). No hagas esto de forma enfadada o airada. Permanece en calma. Recuerda, por supuesto, que cuando el niño se está comportando adecuadamente, es necesario reconocer ese comportamiento de una forma reconfortante para él. Siempre debemos recordar que es mucho mejor reconocer la conducta adecuada que tener que remediar un comportamiento fuera de control.

2. Rabieta establecida. La gran, pero simple, lección que el niño debe aprender es que ¡mamá y papá no cederán! Él debe aprender que puede gritar, chillar y continuar así, pero que no va a conseguir lo que quiere comportándose de ese modo.

Cuando un niño usa una rabieta para salirse con la suya, los padres necesitan llevar de manera inmediata al niño a un área de tiempo-fuera.

¿En qué consiste la técnica del tiempo fuera?

  • Significa tiempo-fuera de reforzamiento positivo (tanto de una actividad gratificante como de la atención de otros).
  • Es una estrategia efectiva solo si el niño permanece fuera de un ambiente reforzante (y siempre que su objetivo no sea evitar realizar alguna tarea o demanda porque, en ese caso, se habría salido con la suya).
  • El área de tiempo-fuera debe ser segura y totalmente carente de reforzamiento positivo (en forma de juguetes, actividades, comida…). Debe tratarse de un ambiente estéril, aburrido que no le ofrece al niño ninguna oportunidad de disfrute.
  • El área de tiempo-fuera no debe ser peligrosa, atemorizante o que pueda amenazar la integridad física del niño. Debe estar a una temperatura agradable, bien iluminada, pero ser aburrida.
  • Cuando saques a un niño de una situación para llevarlo a un área de tiempo-fuera, usa tan pocas palabras como sea posible, y las interacciones físicas con el niño deben ser gentiles (sin rabia). Esto no quiere decir que mimes al niño. Es posible ser gentil y al mismo tiempo firme.
  • No se le debe permitir dejar el área de tiempo-fuera hasta que haya permanecido en calma durante unos 5 minutos (o un minuto por año de edad del niño).
  • Tanto padres como el niño deben saber claramente qué conductas serán tratadas con tiempo-fuera y el procedimiento debe ser ensayado con el niño previamente de modo que sabe exactamente qué esperar.
  • Nunca amenaces al niño con tiempo-fuera. Si el niño se comporta de modo tan severo como para requerir tiempo-fuera, llévalo inmediatamente al área de tiempo-fuera.

Esto debe hacerse de forma no emocional (neutra), pero con firmeza y sin rabia ni frustración en vuestra cara. Simplemente decidle: “cuando te comporta así, no estás con nosotros” y llévalo a la zona de tiempo-fuera. Y esto debe hacerse de forma inmediata y cada vez que el niño comienza con la rabieta.

Si las rabietas no han sido severas en intensidad o duración, podría no ser necesario llevar al niño a otro lugar. Bastaría con permitirle estar en nuestra compañía, pero no prestarle atención mientras se comporta así. Dile: “cuando te comportas así, no te hacemos caso”. Simplemente aléjate. Si se te agarra a la pierna, libérate con el menor gesto posible y continua con lo tuyo. De hecho, no es una mala idea que salgas de la habitación y vayas donde el niño no pueda estar contigo, como el baño o tu habitación. Esta estrategia es efectiva cuando la rabieta no es muy disruptiva y cuando estás seguro de que el niño no destruirá nada cuando sea ignorado.

Recordad que al principio, por el hecho de retirarle la atención, el niño va a reaccionar más intensamente. Incluso puede que la rabieta dure 1 hora. En este punto es fundamental que mantengáis la calma. No reaccionéis, porque si lo hacéis, le habréis enseñado a perseverar y a responder más intensamente; con lo que el problema se habrá agravado. Éste es un fenómeno totalmente normal y lo que nos indica es que vamos por buen camino. Pasados unos días, la rabieta irá decayendo en intensidad y frecuencia.

Si existe algún indicio de que al ser ignorado puede que el niño golpee, destruya algo o hiera a alguien o a sí mismo, entonces debe ser puesto en el área de tiempo-fuera inmediatamente. Romper cosas o herir a personas son conductas que no pueden ser ignoradas ni toleradas. La cuestión es: deja al niño donde no reciba ningún tipo de reforzamiento y donde no pueda dañar a otros, a sí mismo o destruir cosas. Después de que la rabieta termine y el niño haya estado tranquilo durante unos minutos, ve hacia él y dile: “me alegro de que ya te sientas mejor”, dale un abrazo o un beso y vuelve a tu tarea. Si en este momento el niño comienza de nuevo a mostrar una rabieta, gentilmente vuélvelo al área de tiempo-fuera  y ¡comienza el proceso de nuevo!

De nuevo recordad: es absolutamente necesario que el niño consiga más y más reforzamiento positivo y atención cuando se está comportando de forma deseable, es decir, no está gritando o mostrando rabieta. Como regla, suelo recomendar a los padres tener, al menos, 20 interacciones positivas con sus hijos cada hora mientras éstos se comportan adecuadamente. Estas interacciones serán breves y naturales y se pueden tener 20 interacciones cada hora sin que les lleve más de un minuto por hora, usando un guiño, una sonrisa, una palmada en la espalda o simplemente diciéndole unas palabras que le reconforte. Podéis colocar algunas señales por la casa que sirvan para recordaros hacer esto con frecuencia.